La Biblia enseña la importancia de este Ministerio para ayudar en las áreas físicas, administrativas y espirituales de la Iglesia. El perfil requiere de individuos con testimonio de llenura del Espíritu Santo; esto involucra todas las áreas de la vida.
Es por esto que este ministerio requiere una constante preparación y una constante ministración. El discipulado especial y permanente es un privilegio que tiene este grupo.
La Iglesia considera a la mujer que tiene una cobertura significada de su marido, de su padre o de la Iglesia como diaconisa, en el caso de mostrar el resto de requisitos establecidos por la Biblia.
Se ha observado que hay una rotación de dedicación en tiempo a este ministerio por lo que se requiere un constante llamamiento. Se requiere llamar diáconos en los templos de Tecamachalco, Aragón, Cuajimalpa.
Una vez escogidos, se les pone a un periodo de prueba de aproximadamente un año para después consagrarlos como tales.