Este es un ministerio de apostolado, pastoreo, ministración, consejería y enseñanza al mismo tiempo. Responde a un llamado directo de Dios y no es personal que responda a una necesidad ni económica ni de empleo. Se requiere confirmación del llamado por parte de Dios y confirmado por el liderazgo de la Iglesia. Este ministerio requiere realizar por pareja de marido y esposa, ambos con el mismo llamamiento y actitud de servicio.