El Señor Jesús no nos pide que entendamos y recordemos difíciles conceptos teológicos; nos pide que confiemos en él, y el nos guía al propósito propuesto por El mismo en la vida de cada uno de nosotros, en la realidad de cada uno.

El conocimiento te hace comprender la realidad. La realidad no se comprende por experiencia sino por conocimiento.

La realidad social, sin Cristo es una realidad mezquina que lleva a la insatisfacción y por lo tanto a la frustración y al suicidio. En general, las causas de los suicidios tienen mucho que ver con la codicia y la avaricia de un sistema económico que valora por encima de todo los beneficios económicos de unas pocas personas, implique lo que implique eso para el resto de la población. Obligar a las personas (por mil caminos mezquinos) a endeudarse.

Desde luego que la Iglesia del reino de Dios no es algo abstracto o que transcurra fuera de la realidad cotidiana, sino que subraya la comunidad o comunión para edificación y logro de propósitos. Se manifiesta conociendo, o debiendo conocer nuestra relación con el entorno inmediato, con las personas que nos rodean, en el vecindario, la comunidad y la sociedad en que vivimos. En el año que se inicia, promovamos un diálogo entre seres humanos, donde dos almas se conmuevan y se comuniquen. Colosenses 3: 13 “Soportándoos unos a otros”. Gálatas 6:2 “Sobrellevad los unos las cargas de los otros”. Mateo 6: 41,42. 2ª Corintios 8: 13-15 (igualdad entre los hermanos) Una convicción de paridad entre las personas.

En lugar de replegarnos en nuestra propia coraza, salgamos activamente al encuentro de los demás para contribuir a la prosperidad y el mejoramiento de nuestras familias, Iglesia y comunidad. Si tengo comunión con los demás, empiezo a vislumbrar el amor que soy, y a ver que esa actitud me abre las puertas a la sala del amor en donde se encuentra el perdón, la comprensión, la paz, el agradecimiento, la bondad, el goce del vivir, la sanidad de la vida interior que muchas veces esta herida de muerte.

Juan 15: 4 “Permaneced en mi, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por si misma, ni no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mi.” Y luego el vr 7 “ Si permanecéis en mi, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”

Por lo tanto, permanezcamos unidos a Dios el creador, a través de Jesucristo por la fe, para encontrarnos con la Gracia. Una vez entendido esto, podríamos empezar una nueva relación con nuestro semejantes, particularmente los de nuestra propia casa.

Feliz año nuevo y Bendiciones de Dios Altísimo.

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