Culto: Culto vespertino Iglesia Renovación Cristiana, México D.F.

Predicación Por: Lic Pablo Monzalvo Pérez                        

SINOPSIS

Romanos 1: 17 “Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”

La fe necesaria para agradar a Dios (Hebreos 11: 6) y para conocerlo, es sin duda alguna, tener, vivenciar y entender, la fe de Jesucristo, que al conocerla, nos la transmite Gálatas 2:16 “sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificado por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.” No la fe en Jesucristo, sino la fe de Jesucristo.

Jesucristo es el autor de la fe. Hebreos 12: 2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe….”

Una fe basada solamente en el conocimiento, no es auténtica; la fe es la de Jesucristo y sin este factor no es fe. Gálatas 3: 13, 14 “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”.

El argumento de la Gracia y la misericordia de Dios, necesarios para que el pecador sea salvo, se da, se ejerce, mediante Jesucristo, pues podemos afirmar que al ejercer el ser humano alguna capacidad de pensamiento o voluntad, mal llamada fe , sería totalmente humana. Gálatas 3: 1-4 11 “¡Oh gálatas insensatos ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado? Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? ¿Tantas veces habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: el justo por la fe vivirá.”

Aunque la posibilidad racional de otras interpretaciones está latente, sin embargo las citas bíblicas contundentes como Gálatas 2: 20 “ Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó asimismo por mi.”; nos muestran la contundencia del argumento: es la fe de Jesucristo y no la del hombre.

Por la fe de Jesucristo somos salvos, y entonces la misma premisa se repite para llegar a la misma conclusión: Romanos 5: 19 “Porque así como para la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.”

Otro argumento de la misma premisa aunque diferente sujeto de la oración nos lleva a la misma conclusión: Romanos 5: 15 “Pero el don no fue como la trasgresión; porque si por la trasgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.”

Por lo mismo habremos de conseguir por Jesucristo y por Su palabra, a entender y recibir la fe en nuestra propia esencia.

En Gálatas 3:7 se refiere a “los que son de la fe….” Gálatas 3: 8 “….Dios había de justificar por la fe….” Gálatas 3: 9 “ …..los de la fe son bendecidos….”

No dice que los que tienen fe, sino los que son de la fe. . ¿Qué clase de fe?: La de Jesucristo:

Hebreos 12: 2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe….”

Finalmente , esta fe, la de Jesucristo en nuestra mente, voluntad, conciencia y sentir, ha de ser sometida a prueba, como lo afirma 1 Pedro 1: 6-12. O como loa señala: Santiago 1: 3 “ sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”

La mujer samaritana de Juan 4:25 nos prueba su fe, diciendo “yo se que”…”; el versículo 26 dice “Jesús le dijo Yo soy” y el vr 39 dice que muchos creyeron por la palabra de la mujer que daba testimonio. Vaya manera de probar la fe, habiendo experimentado no solo el conocimiento para entender, sino beber, comer o vivenciar a Jesucristo como Dios, para que entonces la prueba de la fe resulte aprobatoria.

C H Spurgeon en “Lecturas matutinas” dice entre otras cosas: “La fe no probada puede ser una fe genuina, pero es, sin duda, una fe débil, y probablemente mientras esté sin pruebas ha de permanecer enana”. “La fe es preciosa, y su prueba es preciosa también”.

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